Hernán Rivera Letelier

Fecha de publicación: 2011 PERMISOS Impresión: No - Copia: No Pampa Unión se prepara para recibir al dictador de la época, Carlos Ibáñez del Campo, y las autoridades locales han congregado a un grupo de músicos para homenajearlo a su llegada a la estación. Entre ellos está el barbero Sixto Pastor Alzamora, padre de Golondrina d...

Fecha de publicación: 2011 PERMISOS Impresión: No - Copia: No Después de casi dos años viviendo en Antofagasta, Hidelbrando del Carmen aún no se olvida de sus días en la pampa, en Algorta, la pequeña oficina en la que se crió sano y agreste como un zorro. Pese a que en la ciudad ha descubierto cosas que lo han deslumbrado hasta...

Fecha de publicación: 2011 PERMISOS Impresión: No - Copia: No Un viaje alucinante de cuatro días y cuatro noches a través del desierto más duro Hernán Rivera Letelier Hernán Rivera Letelier (Talca, 1950). Tras la publicación de la novela La Reina Isabel cantaba rancheras, premiada por el Consejo Nacional del Libro y la Lectu...

Fecha de publicación: 2011 PERMISOS Impresión: No - Copia: No Ella debió llamarse Malvarrosa, pero un error de inscripción varió el rumbo de su destino. La niña, que ama los pájaros, tiene mirada de espejismo y un extraño don para maquillar a los muertos, afronta con entereza adulta un mundo que desaparece en el aire, como la i...

Fecha de publicación: 2011 PERMISOS Impresión: No - Copia: No Combinando trazos de su biografía con la historia de esta amistad maravillosa, Hernán Rivera Letelier presenta en esta novela una narración mágica y enternecedora, que ilumina, además, sobre los afectos y la capacidad creadora del artista. Hernán Rivera Letelier Hern...

Fecha de publicación: 2012 PERMISOS Impresión: No - Copia: No El ángel de esta historia (apodado el Escritor de Epitafios) pasa sus días en el café mirando pasar la gente y las nubes, hasta que aparece la niña gótica, un ángel felino, que habla de la noche y de la muerte, y comienza su caída. Hernán Rivera Letelier Hernán Rive...

Mediados de diciembre de 1907, bajo un sol abrasador, una muchedumbre de obreros pampinos (con sus mujeres y niños) emprendió una larga caminata desde sus oficinas salitreras hacia Iquique a reclamar por mejores condiciones de vida y de trabajo.