Enviado el: 06/03/2013 12:09 por Orfeo
Empecé Parásitos, pues, con muchas ganas y esperanzas depositadas en él. La decepción no tardó en llegar. Ya en el mismo prólogo, de hecho, empecé a descubrir algunas de las trampas que empleaba Levine, así como su visión cuadriculada y reducidísima de conceptos tan amplios como cultura, libertad, modelo de negocio, gratuidad, bien común, valor, coste, profesionalidad, amateurismo, etc. (...) Es ciertamente asombroso que una persona tan versada en lo tecnológico y en el negocio digital, que ha leído tantos libros icónicos al respecto, conciba una obra tan marcadamente obtusa y torticera como Parásitos.
Comentarios: 0 | karma: 32.58 | No me gusta